3 feb 2010

Los Martes de Agosto. I

Como un martes común, típico de los que, en ese año, tenia que permanecer en el colegio todo el puto día literalmente, fue uno de agosto…precisamente el 13 de agosto, que me sucedió una especie de mala suerte con “efecto retardado”.

Aquel martes 13 apareció el Preceptor con algo de optimismo en su rostro, traía consigo una planilla y dijo:
-Pa’ los que quieran anotarse al torneo interescolar de ajedrez - Todo con una sonrisa ingenua que se fue transformando en la cara de alguien que después de haber festejado se da cuenta de que no se saco la lotería.
Esos 30 segundos q estuvo en el aula, nos vio a cada uno y nos dilapido con la mirada…es que por como estaba en curso ese día era probable que el preceptor sintiese algo parecido al odio.

Bien como era de esperarse, cuando llego a mí la planilla, estaba mas vacía que escuela en feriado, y lo pensé un instante y me dije
-Ya fue, yo me anoto, después de todo era un martes menos de clase

El torneo era el martes 20 de la siguiente semana asi que puse mi nombre en esa fatídica lista, es al día de hoy que pienso que fue como poner mi nombre en la Death Note, e incluso peor.

Tenia una semana para entrenar…(see claro)
Como? Obviamente Internet seria mi biblia y “San Google” mi “guía”.
Y he aquí que dejo varias reseñas que dejo después de tanto boludeo por internet:

1. Aprender a prevenirse de tácticas como el “Pastor”, será de vital importancia, nadie quiere quedar como un completo nabo perdiendo a solo unas cuantas movidas.

2. Hay un 66% de probabilidades de que hagamos cualquier cosa menos lo que teníamos planeado hacer en la computadora

3. Cuando veas que tu rival es mejor que vos, usar la estrategia “Cambio de Blanco” y que en ajedrez se resume a dejar en un 2º plano el tablero y sus piezas, y ponerse a “Jugar con el adversario”. No en el sentido literal, ya que la frase “valga la redundancia” quedaría corta; sino cambiar el terreno de juego, nuestro blanco seria la persona que tenemos como oponente, hay que concentrarse en exasperar al rival, sacarlo de su trono de “Dios Ajedrecista” para convertirlo en un mortal, un mortal con errores.
Esto se puede lograr infundiendo inseguridad, miedo y porque no…ODIO, mediante tales tácticas:

a) Risas perversas que acompañaran algún que otro intento de movimiento de piezas, generaran inseguridad.
b) Subestimar al rival, hazlo que se sienta que ya lo tienes todo controlado y calculado y que no falta mucho para su final, pedirte un cortado en el cortado en el café de enfrente servirá.
c) Poner un tema de Trash-Hardcore desde tu celular a todo volumen, esto desorientara a tu rival y lo pondrá algo nervioso y porque no? Pasar de ese tema a uno de miranda y ponerse a cacarear “es la guitarra de Lolo”
d) Con el puño en la boca, simulando pensar, levantarse del lugar y pararse a mirar a cierta distancia el tablero, ponerse a girar en torno a la mesa siempre con la mirada en el tablero y ponerse atrás del oponente y mirar desde su perspectiva. Incomodidad y nerviosismo…maravillosos sentimientos si los sabemos aprovechar.

Plus: Si el partido es por tiempo, también se puede aprovechar este factor. Bien entonces a un costado estará el reloj con el cual se parara tu tiempo, y empezara el de tu rival, así pues cuando el quiera cambiar su tiempo, bien podrás golpearle la mano a modo de reto, esto infundirá confusión y ganaras tiempo. De todas formas no hay sanciones para ese tipo de acción, fácilmente disculpable con la frase:
-Disculpa pensé que era mi turno y no estoy acostumbrado a jugar con tiempo.
*Si eres mujer puedes incluir unos “Ojitos” y tal vez funcione mejor que en los hombres.


Aclaro que si eres una persona con escrúpulos, ganar por estas acciones tal vez te genere una sensación extraña en la nuca, bueno gente eso se llama Culpa.
Aunque si resultas como la gran mayoría “alardearas” a viva voz de la estrategia que usaste en el tablero y negaras todo lo bajo que has hecho para ganar.


Una vez bien informado, había que practicar con amigos y en internet mediante “San Google”.
Al entrar a una pagina de juegos, después de entrar en la sala “Expertos” y salir de ahí con la moral por el piso, uno se decide por la sala “Moderado”, para terminar el día con odio y sed de venganza, por no ganar nada.
En fin, luego de haber entrado de nuevo y ganar un par de veces, pude cambiar mi estado de asesino-psicópata y volver a tener fe

“Después de todo era un martes menos de clase”
^^